En las tierras altas del extremo sur de la Ribera del Duero, abrimos el horizonte a un vino con la frescura y la especial energía que aporta la altidud.
Un mosaico de viñas viejas en las laderas y lomas agrestes. Una geografía singular, de suelos rojizos y geología antigua. Un entorno de rica biodiversidad. Y un camino de ilusión, trabajo y respeto a la viticultura tradicional de tres pueblos al pie de la Serrezuela, en el límite de la Denominación de Origen: Fuentenebro, Pardilla y Honrubia de la Cuesta.
De esta suma única, tan enraizada en las virtudes naturales de la zona, nace un vino de finura y carácter mineral. Una mirada propia a un territorio y a un paisaje inolvidables, que expresamos en la pureza y la identidad aérea de Un Sueño en las Alturas.